domingo, enero 30, 2005

La lámpara - Capitulo final

Si pudiera al menos clarificar el sentimiento de una noche lluviosa, plagada de angustias escabrosas que dentro de mí parecen no tener fin, todo seria un poco más simple.
Lamentablemente no logro escucharme, no puedo ayudarme. Arrinconado por mi mente, es decir arrinconado por mi mismo y sin poder salir de entre las cuerdas, acariciado lisergicamente.
No puedo llorar lágrimas certeras y mucho menos pensar en caminos bifurcados de tiempos paralelos, de algún autor contemporáneo.
La realidad no es tal para mí, pero al menos soy conciente de eso y de que no pude ganar.
Me guardo algunos recuerdos para otras vidas(deja vu): mi madre hamacándome en una maltratada plaza con hamacas oxidadas, mi padre hablándome de su vida y finalmente mi padre golpeándome día tras día con una madera astillada.

Un perro hace caca y tú lo miras.
Ramírez.


Carta encontrada en el bolsillo interior de la campera del suicida, Sr. Teodoro Carossi, escrita en rojo en una libreta de hojas rayadas.